Amaneció un día con el cielo rosa en las Palmas de Gran Canaria. Se divisaba la isla de Fuerteventura en el horizonte. A las 9.00 Raúl, Mauxi, Daniel, Ale, Leila y yo partimos hacia Buen Lugar, donde nos esperaba Fran con su amplia sonrisa.
Azuaje se convirtió en nuestro objetivo. Tras un pequeño trámite de carretera llegamos, con la ilusión de descubrir algo nuevo, al puente en donde empezó nuestro verdadero camino.
A pocos pasos se encontraba el Balneario de FuenteSana. Si cerrábamos los ojos podíamos escuchar las almas relajadas de los turistas que disfrutaron allí escuchando las alpispas y sumergiéndose en las aguas puras que corrían por este barranco. Desgraciadamente, el balneario se encuentra en ruinas desde la dictadura franquista, aunque existe, un proyecto de recuperación del Parque Natural de Azuaje, que pretende volver a convertir sus aguas en fuente de salud.
También pudimos ver las Cueva del Rey donde Doramas,”el de las narices anchas”, Guanarteme de Telde allá en la época de la conquista de la isla.
Atravesar el Barranco no fue para muchos tarea fácil. El barro se había convertido en fango y nuestro pies en varias ocasiones se enterraban en la tierra. Los charcos eran numerosos y nuestros saltos no siempre certeros. Sin embargo, las risas fueron nuestra mejor compañía.
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ResponderEliminarSuprimí un comentario por que era un enlace a spam. Y de eso no queremos por aquí.
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